¿Cómo protegerse del sol durante el verano?

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Muchos son los que esperan con ansia la llegada del verano para pasar horas tumbados en la arena y lucir así un bronceado ideal. Sin embargo, en muchas ocasiones no nos preocupamos de los peligros que supone tomar el sol: insolaciones, quemaduras, melanomas…son solo algunos de los muchos riesgos que esto supone. Y es que no debemos olvidar que exponerse al sol puede ser perjudicial para nuestra salud. Por ello, aquí lanzamos una serie de consejos para protegerse del sol en verano.

Consejos para protegerse del sol veraniego

Usar la crema de protección solar antes de salir

Conviene aplicar la crema de protección solar media hora antes de salir hacia la playa, repartiéndola por todo el cuerpo para que la piel la absorba bien. Debemos prestar especial atención a la cara, brazos, cuello y piernas. Pero no solo deberemos usar la crema antes de salir, ya que ha de aplicarse con cierta frecuencia  a lo largo del día. Elegir una protección solar adecuada es fundamental para combatir los efectos de los rayos UVB, que tienen carácter acumulativo en la piel.

No exponerse al sol durante las horas críticas

Entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde es cuando los rayos solares son más fuertes. Por lo tanto, es durante este periodo de tiempo cuando debemos tener especial cuidado.  Así que si vas a pasar toda la jornada en la playa o en el parque, busca un lugar con sombra  y sácale provecho. Y si no lo encuentras, siempre podrás utilizar una sombrilla.

Bañarse cada cierto tiempo

En el caso de no contar con sombrilla o de no haber una zona de sombra donde protegernos del sol, un truco muy aconsejable es refrescarnos en el agua. Eso sí, al salir del mar o de la piscina es conveniente secarse bien, ya que de este modo evitaremos el “efecto lupa” de las gotas, que favorecen las quemaduras y reducen la eficacia de la crema solar.

De igual modo, ve acompañado siempre de un botellín de agua. No cuesta nada meterlo en la bolsa junto con la toalla, las sandalias o el libro que lleves para pasar el rato. Es fundamental  hidratarse para no recibir un golpe de calor, y es que cuando estamos expuestos al sol nuestro cuerpo suda en exceso, por lo que tomar un refresco para combatir el calor del verano, ayudará.

Utilizar accesorios que protejan

No tienes por qué estar todo el día expuesto al sol con el bañador como única vestimenta. Para protegerse de los rayos podemos utilizar camisas ligeras de algodón que permitan respirar a la piel. Las gafas de sol son fundamentales para evitar la exposición directa al sol, que puede provocar que se quemen las córneas, mientras que con los sombreros o gorras se previenen los golpes de calor y quemaduras; el cuero cabelludo es una de las zonas más expuestas y menos protegidas.

 Exposición solar de menos a más

Seguro que tienes un amigo o conocido que el primer día de verano se tira horas y horas en la playa y termina rojo como un cangrejo. Esto es de todo menos saludable y además el enrojecimiento en la piel no es sinónimo de moreno, sino todo lo contrario (nos pelaremos y esa piel se caerá). Por lo tanto,  debemos aumentar el tiempo de exposición solar de menos a más y extremar las precauciones en el caso de tener la piel muy clara. ¡Pero cuidado! Las pieles morenas necesitan la misma protección, porque una piel pálida se quema antes, cierto, pero que la morena  no lo haga no significa que el sol no dañe a la piel.

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